Etapa 3. Marrakech-Cerca de Assa.


Salimos pronto (eso va a ser una constante en este viaje) y cogemos la autopista hacia Agadir. Garmen busca las llaves de repuesto, pero se han perdido. En fin, habrá que confiar en que no perdamos las otras en todo el viaje. 

Pasado el Atlas, paramos a un pequeño almuerzo en un área de servicio en la que hay varios camiones viejos aparcados aparentemente abandonados, entre otros, un Pegaso con matrícula portuguesa. Llegamos a Agadir y cogemos la carretera hacia Tiznit.

Paramos en un pueblo para comer, tajines y pollos asados. Hacemos acopio de fruta y agua y tiramos hacia Tiznit. Pasamos la ciudad y seguimos por carretera hacia Assa.

Por fin cogemos pista. 

Está todo muy mojado. Ha estado lloviendo en los últimos días, y está todo lleno de barro. Gus muerde una rueda en el flanco, reparamos de urgencia con un par o 10 "mocos" y seguimos.

Intentamos cruzar el oued Draa, el mayor río de Marruecos. Hacemos un pequeño vadeo en un curso de agua. El vadeo fue pequeño para todos, pero yo llegué un poco desorientado al lugar. Por la noche todos los gatos son pardos y no entendí muy bien las indicaciones de Adri, así que me metí de cabeza en la parte más profunda del vadeo. Medio coche desapareció debajo del agua. Pisotón al acelerador, el Puma no decepciona y sale del agua chorreando por todos los orificios. Por suerte, casi no ha entrado agua dentro del coche. El waypoint cercano se llama “empienza la aventura”, y ¡vaya si empezó!

Está todo demasiado embarrado, y como nos estamos empezando a quedar empanzados, decidimos dar la vuelta sobre nuestros pasos y buscar un sitio algo más seco para acampar, pero es realmente difícil porque todo es barro o piedras. Encontramos una llanura con pocas piedras y poco barro. Montamos el tinglado de la acampada y preparamos la cena. Mientras cenamos, nos parece oir, a lo lejos, un motor, pero es un ruido demasiado constante para ser un coche en una pista. Bueno, será un avión, y como está algo nublado, no lo vemos. Comentamos la jugada del vadeo, vemos los videos, me acojono un poco más (desde dentro del coche no parecía tanto) y nos vamos a dormir. Cuando acampas en mitad de la nada, sabes que vas a madrugar sí o sí, porque el sol sale a su hora, que vienen a ser las 7:00 de la mañana, más o menos.