Etapa 13. Playa Blanca-Tiznit.


Nos levantamos con muchísima humedad que se ha condensado en los coches y en las tiendas. Está todo mojado. Desayunamos y recogemos, y nos vamos directamente a la playa. Hemos pillado justo la bajamar. 

Tenemos 20 km de playa por delante, con una anchura de más de 200 metros. Además, como ha coincidido que uno de estos días ha habido luna llena, y además una de esas súperlunas que se dan cada varios años, tenemos mareas muy vivas. Disfrutamos como enanos conduciendo por esa playa absolutamente llana y enorme.









Ya lo dije en 2013, y lo repito ahora: pocos occidentales podrán disfrutar de un placer como ése. Al final de la playa, subimos a las pistas paralelas a los acantilados, siempre rumbo Norte.


Encontramos unas rodadas que bajan a una playa que parece que no tiene salida. RPodio se va hasta el final, y encuentra un paso que acaba en una pista que nos saca de allí. De hecho, hay un par de coches aparcados. Perfectamente coordinados con las olas, Gus, Al-Yawara y yo nos metemos exactamente en el momento en el que ésta sube, empapando los coches. En cuanto llegamos al final, lavamos con agua dulce todos lo que se puede romper con la sal y que se ha mojado. 

Durante todo el trayecto por la playa, mismo fallo: cada vez que salpica el agua, el velocímetro a cero y el coche sin fuerza. Seguimos por las pistas, las mismas de la Manada 2013 y en un punto dado nos desviamos para ir al camping de Fort Bou Jeriff pasando entre campos de chumberas.


Se han multiplicado, hay mucha extensión de cultivo de estos cactus que dan frutos comestibles. Nos hacemos unas fotos delante del fuerte y llegamos al camping. Encargamos la comida y nos falta tiempo para meternos en la piscina (a algunos, otros prefieren sentarse a la sombra a descansar). El agua estaba bien fría, pero el bañito sienta de lujo. Nos traen de comer kefta con verduras y patatas fritas. Todo está buenísimo. Tarta de chocolate de postre para los más golosos y té y café para todos. 


Continuamos viaje y a mi coche le da por fallar, una vez más, el cuadro y el motor entra en protección. Apago, vuelvo a encender y esta vez todo funciona, pero con la luz de fallo motor. Al llegar a la carretera, Gus enchufa la máquina, comprobamos que es un error en la comunicación del cuadro con la centralita, resetea los fallos y todo se queda normal.

Cogemos la carretera dirección Sidi Ifni, que hasta 1969 fue una ciudad española. Durante los días anteriores, aprovechando donde había cobertura, Garmen ha ido leyendo información de la época en la que España estuvo presente en África y nos la ha ido resumiendo, así que ya vamos prevenidos sobre la historia de la ciudad. Paramos en el teleférico abandonado que servía para llevar personas y carga a los barcos grandes que no podían atracar en el puerto de la ciudad. Investigamos un poco por los alrededores y hacemos un montón de fotos.



Luego vamos al centro de la ciudad. Rodeamos el aeropuerto abandonado que, en tiempos, tuvo vuelos regulares con Madrid, pasamos por el antiguo despacho de billetes de Iberia, convertido hoy en un bar y aparcamos cerca de la casa del gobernador, que está abandonada. Nos cuenta una señora mayor que todos los días un grupo de jóvenes se acerca hasta allí e izan una bandera española, que minutos después retira la policía marroquí, deteniendo a los jóvenes.


Aún hay calles que mantienen los nombres y placas que les dieron los españoles, como la Plaza de la Marina, por ejemplo. 

Salimos de la ciudad para ir a la playa de Legzira. Aparcamos los coches en el aparcamiento y bajamos a ver los arcos de piedra. Está poniéndose el sol en este preciso momento.


Uno de los arcos se ha derrumbado hace muy poco, pero el otro aún está en pie. 





Volvemos a los coches, y seguimos por la carretera hasta Tiznit. Se nos ha hecho tarde para intentar reparar el coche de RPodio. Mañana veremos. Llegamos al hotel y cenamos.

Continuará...

Etapa 14: Tiznit-Assilah